miércoles, junio 08, 2011

La estrella misteriosa

Ya que pronto Spielbierg nos deleitará con su versión de "El secreto del Unicornio", que impaciente espero, sería bueno hablar algo sobre el reportero belga mas famoso.
Si nos remitimos a "Las aventuras de Tintín", casi ningún album puede decepcionarnos. Tuvimos la suerte de que Herge fuese un gran perfeccionista, y a lo largo de su vida fuese retocando y haciendo cambios menores sobre su obra, cambios que contribuyeron a engrandecerla. Siempre he fantaseado sobre la posibilidad de que Franquin hubiese retocado alguno de sus primitivos albumes de Spirou y Fantasio...¿Qué hubiese pasado??
En mi opinión, las aventuras de Tintín, comienzan a rayar a una gran altura tras la guerra mundial, con El secreto del Unicornio, mejorando considerablemente con El Asunto Tornasol, con dos obras maestras absolutas, que son Las Joyas de la Castafiore y Tintin en el Tibet, para a partir de vuelo 714 para Sidney comenzar el declive. Del resto de albumes, no son malos, quisiera destacar uno, que se publicó durante la segunda Guerra Mundial, con Bélgica ocupada por las tropas alemanas. estoy hablando de La Estrella Misteriosa, uno de mis favoritos, y que recuerdo con gran cariño de mi niñez. No me apetece hablar de este album en el aspecto de posible colaboracionismo o posible simpatía con los invasores alemanes, culquiera que haya podido leer El cetro de Ottokar, no apreciará mucho cariño por la ideología nazi. No obstante, en las primeras ediciones, los villanos son los americanos (sustituidos por Sao Rico desde 1.954) y los científicos que acompañan a Tintín son de paises del eje o simpatizantes. El caso es que Herge tenía que comer y eran tiempos dificiles.

(De Benoit Peteers: Tintin y el Mundo de Herge)

Quisiera comentar de este album, una serie de pinceladas, que lo hacen sumamente atrayente. Tiene cuatro partes bien diferenciadas, esto es, primero la parte catastrofista de sobre la colisión del aerolito con la Tierra, segundo los preparativos para la expedición, tercero el viaje en el Aurora, dirigido por Haddock y compitiendo con los de Sao Rico y la cuarta parte es casi exclusivamente Tintín en el aerolito. De todo esto, lo que mas me gusta, el el ambiente de las primeras páginas, opresivo y catastrofico, de hecho, la inminencia del fin del mundo es palpable.
Uno de los primeros signos de desasosiego es la araña gigantesca que Tintín ve en el visor del observatorio, ocupando toda la superficie del asteroide. Poco después una araña gigante similar la mostrará el profeta durante una pesadilla y por último en el islote que forma el asteroide encontraremos una araña gigante, aunque esta vez no es la "Epeira Diadema" del inicio del libro. Es todo un ejemplo de los leitmotiv, de los que Herge era un auténtico maestro.

En una calurosa y desasosiega noche, nuestro héroe va a tener sobresaltos y evidencias catastróficas, una de ellas son las manadas de ratas saliendo de las cloacas y corriendo presas de pánico, con la sensación de que algo catastrófico va a ocurrir inminentemente.
Los sobresaltos no acaban con el rebaño de ratas, unos disparos en la noche hacen saltar a Tintín, no son tales, son las ruedas de un coche que han reventado literalmente a consecuencia del calor.
Poco después una notable secuencia: Milú se queda virtualmente pegado en el asfalto, cuando Tintín va a rescatarlo se le prende en los zapatos el asfalto derretido, mientras los vecinos en pijama y en mangas de camisa en la calle, están inquietos, da la sensción perfecta que algo va a pasar. El otro elemento inquietante es Philippulus, que habíamos visto salir del observatorio, ya caracterizado como profeta y anunciando el fin del mundo....un profeta tambien bastante inquietante.
Como colofón de la parte inquietante de esa noche opresiva, el fin del mundo llega con una puntualidad exquisita. Estamos en un tiempo en el que para saber la hora exacta había que llamar a un número de teléfono , en España creo que era el 093, información horaria, y una voz robótica iba anunciando la hora. Posteriormente el terremoto en una habitación escrupulosamente canónica de lo que luego sería la línea clara.
Me gustaría tambien destacar esta secuencia, una de las mejores del Maestro Herge, en la que gráficamente y con una serie de fantásticas viñetas que por un lado muestran el navío Aurora navegando sobre la mar picada, debajo, los científicos en distintas formas de afección del mar de la mar, lo que les hace abandonar el comedor de forma vacilante y apresurada, mientras que Tintín y Haddock comen placidamente y apenas perturbados por la desbandada de los sabios. Una excelente secuencia gráfica.
Aunque el capitán Chester es un personaje muy secundario en la serie, aunque es importante, pocos personajes de la historia del comic han hecho una entrada en escena mas sorprendente, mas hilarante y mas ridícula, todo a la vez, que la que protagonizan Chester y Archibaldo Haddock... ya se veía que el capitán apuntaba alto, pero poco a poco, merced a momentos como este se convertiría en el personaje mas entrañable, mas querido y mas humano de la serie.
La penúltima pincelada que me gustaría comentar de este album, es otra secuencia de lo que podemos llamar la temperancia del capitán, que tanto juego va a dar durante toda la serie. En esta ocasión, el capitán se siente obligado a acompañar a su compañero Chester, y claro, nuestro buen Haddock se siente obligado a echar una lagrimita de Wiskhy sobre un vaso con agua mineral. Todavía no ha aparecido la marca Loch Lommond que recurrentemente será la marca de Wiskhy por autonomasia.
Por último, aunque muy inferior a las secuencias presentadas, no me he podido resistir a poner alguna secuencia de nuestro singular héroe a bordo del asteroide donde todo parece crecer desmesuradamente. ¿Porqué no lo hacen Tintín y Milú? Tambien un curioso ejemplo de los diálogos, ¿son realmente diálogos?, entre el reportero y el perro, hablan del mismo tema, pero parece que Milú le pregunta a su amo.....

5 comentarios:

David dijo...

Buen repaso al álbum...
Acabo de descubrir que hay diferentes versiones del libro de Peeters. Por si te interesa, aquí .
Un saludo.

Blueberry dijo...

Pues a buscar la versión "ampliada", y es que el libro de Peteers está muy bien

http://www.artealfa.es dijo...

Interesante revisión del que también es uno de mis títulos favoritos.

Es un álbum muy cinematográfico, me pregunto si Spielberg lo tuvo en cuenta para su trilogía...

Un abrazo,

ArteAlfa

jose luis povo dijo...

Muy interesante entrada, Blueberry. Coincido contigo, la parte que más me gusta es la inicial, con ese ambiente apocalíptico e inquietante.

Ricardo Signes dijo...

La tensión dramática con la que Hergé desarrolla la historia es magistral y -aún diría más- responde a modelos épicos: desastre, viaje y reparación. Mis preferencias al respecto van hacia la segunda parte, al viaje, al contraste del mundo científico con el marinero, a la carrera (que, por cierto, me trae ahora a la memoria otro álbum maravilloso que seguramente recordarás, "Remontando el Mississipi", de Lucky Lucke).