lunes, junio 09, 2014

Después de un paréntesis, volvemos a ocuparnos del blog. Esperemos que pueda tener continuidad y dedicación.

 Hoy vamos a tratar del primero de una serie de, dos episodios, dedicados a un villano clásico, el llamado Monsieur Choc. Un sujeto caracterizado por vestir un esmoquin,  casco de caballero medieval que le tapa totalmente el rostro, pose rígida y fumador de cigarrillos con una larga boquilla. Un villano recurrente, nunca capturado ni nunca veremos su rostro. Inspirado claramente en el personaje de Fantomas, dirige con mano férrea una organización criminal llamada la Mano Blanca.

Siempre me he preguntado como puede fumar con esa boquilla tan larga a través del casco, pero la verdad es que nunca se ve llevarsela a la boca.


La primera aparición del malvado Choc es en el cuarto album de la serie Tif y Tondu, titulado  Tif y Tondu contre la Maine Blanche (1956), de la mano de Maurice Rosy (1927-2013)  y Will (1927-2000). Ese era el primer episodio que guionizaba Rosy y queriendo dar un aire diferente a la serie, recurrió a este enigmático villano que aparcería recurrentemente en la serie hasta el album número 15 Le grand combat (1968), último en guionizar Rosy, que abandonaría Dupuis. A partir de ese momento, el guión pasaría a manos de Maurice Tilleux (1921-1978), que tiene otros planes para la serie, con mas humor, y no cuenta con Monsieur Choc, eso sin mencionar que Rosy poseía parte de los derechos sobre el personaje.

Así tras una intensa presencia del personaje en la serie de Tif y Tondu, desaparece, hasta que tras la muerte de Tilleux en un accidente de tráfico, su ayudante, Stephen Desberg, con la aprobación de Rosy lo hace regresar brevemente a la serie en el 32º album de la serie Traitement de Choc (1984), en el 33º Choc 235 (1985) y en el 35º Dans les griffes de la Main Blanche (1986). La serie finaliza en el número 47, Le mystère de la chambre 43 (1997) sin mas apariciones de Monsieur Choc.

 El guionista Stéphan Colman, dibujante de Billy the Cat (con guiones de Stehen Desberg y guionista de la serie del Marsupilami, con el apoyo de los herederos de Will consigue la aprobación de Rosy para realizar una precuela, mostrando los origenes de Monsieur Choc. Para el dibujo se cuenta con Éric Maltaite, hijo de Will (Willy Maltaite), que ya había realizado las series 421 (editados tres números en España por Timun Mas) o Zambada (editado un número en España por Glenat). A destacar como hecho interesante que el dibujante vive en España, creo que exactamente en la zona de Murcia.


Así pués, de acuerdo con Dupuis, la rentré de Monsieur Choc se planea en dos albumes de 88 páginas. De este modo, el primer episodio, Les Fantômes de Knightgrave comienza a serializarse en la revista Spirou a partir del número 3945 (20 noviembre de 2013) y aparece en album el 25 de abril de 2014. Actualmente el segundo album está en proceso de elaboración, se puede ver alguna página en la cuenta de Facebook de Monsieur Choc, bueno aunque no sea exactamente así, pero sería bueno que Choc tuviese una cuenta.

Bueno, y de que trata la historia. Sin ánimo de destripar nada, decir que comienza con un viaje de Choc a Inglaterra de los años cincuenta, para comprar una mansión enorme, Kilgrave, y encontrarse con su pasado. Por otro lado aprovecha para robar una joya de un príncipe indio y una enorme cantidad de dinero, ambos planes ejecutados de forma precisa y sangrienta.



El proceso narrativo es bastante curioso, por un lado tenemos a Monsieur Choc, perdido en sus introspeciones, rodeado de un aire melancólico, tan ajeno a las escanas de violencia que provocan sus hombres, a menudo de forma bastante salvaje y gratuita. Eso aderezado con flashbacks de Europa durante la Primera Guerra Mundial, la infancia del personaje en las calles de Londres, y unos años mas tarde en la mansión que dá nombre al episodio. Mas al margen, pero no exentos de protagonismo los hombres de Choc ejecutan implacablemente, y a veces de forma sádica las ordenes de su jefe. Podemos decir que se trata de una historia bastante interesante y atractiva, no exenta de suspense y de intriga, que engancha.

El dibujo, bastante alejado del mostrado por Will en las historias de Tif y Tondu, naturalmente mas moderno y más elaborado, bastante de Escuela de Marcinelle. Y, aunque mantiene la cierta rigidez o el aspecto así estirado que Will le daba al personaje, queda bastante bien. Especialmente destacable el arranque inicial de la historia, con un escenario nevado muy cuidado y bastante bien trabajado. Destacaría los escenarios de los interiores de la mansión castillo, que recuerdan tanto a las series inglesas de señores y mayordomos que resaltan tanto la opulencia de los señores con las modestas estancias del personal del servicio.

En definitiva. A mi me ha parecido bastante atractivo, un libro estupendo que he disfrutado de comienzo a fin. Esperaría que uno de los editores que han surgido en los ultimos tiempos se atreva a publicarlo en español porque de verdad que merece la pena leerlo, que se han publicado cada truño en los tiempos anteriores a la crisis económica. Muy recomendable, lo leerás y amarás al maligno Monsieur Choc.