El verano es una buena época para iniciar una lectura de lo que tenemos almacenado, con una perspectiva mas global, diferente. Yo estoy aprovechando para leer lo máximo posible, alternandolo con una nueva lectura de En busca del tiempo perdido, esta vez mas reposada, paladeando el libro como la magdalena, no mas de 10-15 páginas diarias, y a ser posible leerlo en el trabajo. Tambien es verdad que le quita tiempo a las lecturas las glorias de nuestra selección futbolera, que si me dicen que iba a llegar a la final de un mundial, nunca me lo hubiese creido. Hoy voy a comentar varios relatos, todos de corte marinero, porque con las calores del verano se hace como mas refrescante su lectura.
La primera de las obras que voy a comentar es El Gavilán, el tomo que acertadamente, aunque con goteras editó IO. Es un relato estupendo, en el cada vez descubro mas pequeñas maravillas en su interior. El tomo cubre el primer ciclo, seis albumes en total. Una primera fase, en las costas francesas (bretonas), con un protagonismo mas coral de la tripulación de El Gavilán, y una segunda parte, en las costas del Nuevo Continente, en los que Yann cobra un mayor protagonismo, convergiendo toda la acción en el personaje. El tomo es la tercera vez que lo leo, y como se disfruta con los paisajes y los barcos. Las costas rocosas de la bretaña contrastando con los Manglares de Cayena. Tambien el papel que ocupan los jesuitas es bastante fiel a la historia, retratando las glorias y las miserias de la Iglesia. La verdad es que esta edición nos ha dejado con ganas de saber mas de El Gavilán. Dupuis ha publicado una colección nueva del Gavilán: los archivos secretos, en los que explora todos los interrogantes sobre el pasado del personaje de Yann de Kermeur, que esperemos pronto poder leer, ya que aunque algo sabemos de la infancia del personaje en las costas bretonas y en la Cayena, quedan para el misterio muchas incognitas.
La otra serie que me gustaria comentar, es La sangre de los Porfirio. Norma ha sacado 3 volumenes, y estamos a la espera del último tomo en el que la aventura llegará a su conclusión. Curiosamente, la acción trascurre tambien en la Brteaña francesa, aunque en el Gavilán sucedía mas cerca de Brest, aquí lo es en St Malo. Y si bien el Gavilán narra la parte mas noble de los bretones, su espíritu marinero y como se lanzan al Nuevo Mundo, en La sangre de los Porfirio, el relato es mas truculento y los bretones se dedican a vivir de los naufragios e incluso a provocarlos. Aquí el mar no es aventura, sino algo siniestro, mortífero, opresivo y una amenaza constante. Balac firma un guión bastante sólido en el que juega con las relacciones de los personajes principales: Soizik, Gwemon, Konan y Hermine, y donde nadie sabe quien es miembro de la maldita familia. Aparte del terrorífico escenario de las rocosas y siniestras costas bretonas, la población de la aldea con su dualismo catolicismo-paganismo. El dibujo de Parnotte es irregular a lo largo de la serie, si bien en algunos momentos es ingénuo, en otras ocasiones brilla a gran altura. Especialmente destacadas son las escenas en la costa rocosa.
La tercera serie que vamos a mencionar en este repaso veraniego, es El marqués de Anaon, había pasado desapercibida para mí, pero afortunadamente gracias a nuestro buen Angux y sus excelentes observaciones sobre esta estupenda narración, he podido ir recuperando el tiempo perdido y leer y disfrutar de este curioso personaje que es el buen marqués. Mi episodio favorito es el de las peripecias que se narran en el tercer album, titulado la providencia, y me pregunto, si todos estarán basados en hechos mas o menos reales. Esto me lo pregunto porque el cuarto, titulado La bestia, está basado claramente en la Bestia de Guevaudan, a la que se atribuye la muerte de mas de 130 campesinos. Intervención de soldados incluida.
martes, julio 13, 2010
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3 comentarios:
En El Marqués si no basada enteramente en hechos reales sí que parte de leyendas e incluso películas más o menos reconocibles. Historias como el holandés errante y el barco de los apestados o la película de "El pacto con lobos" son una base de la que parte. Aventuras autoconclusivas muy entretenidas aunque quizás se empiece a notar una cierta repeición de las estructuras que creo va precisando de aventuras más elaboradas.
En "El Gavilán" tienes razón. EL guión es muy convencional y tópico pero el dibujo es brillante, detallista y documentado, y el verano es una buena ocasión para recrearse con más tiempos en todos los detalles.
"La sangre de los Porfirio" la tengo pendiente.
Creo que "En busca del tiempo perdido" es para leerla como tú lo haces...En pequeñas dosis. De otro modo, se indigesta.
Impacientes Saludos.
Qué interesantes sugerencias.. se me han antojado, sobre todo las dos primeras, La sangre de los Porfirio fundamentalmente por las localizaciones, que las tengo muy recientes.
Jaja, tú eres de los míos, llevo años leyendo En busca de..., lo que pasa es que la leo a temporadas y siempre cuando lo hago por la noche y unas seis hojas... voy por Sodoma y Gomorra.
Un abrazo, buen verano
De "En busca..." leo una 10 paginas por sesión, despacito. Me gustaría imaginarme a Odette de Crezy pro soy incapaz de ello. Sin embargo la escena sádica de la hija de Vinteul con su amante escupiendo sobre el retrato del padre, sí me lo imagino, y sobre todo, si me imagino el cortejo incial del barón de Charlus a Jupien el chalequero, me parece lo mas hilarante del libro. Ambas escenas con el narrador observando sin ser visto. El personaje de Charlus que inicialmente me era antipático, cada vez me resultaba mas divertido, mas entrañable.
Mi primera lectura de la serie fué en 2003 y la terminé en 2008 porque tuve un accidente y tuve una fractura múltiple en la rodilla, y en 10 meses de baja me dió tiempo de leer todo el "Tiempo recobrado"
No solo es la localidad de St Malo, son tambien sus habitantes: en la época de Enrique de Navarra (enrique IV), aquél que dijo lo de París bien vale una misa, los de St Malo se declararon república independiente hasta la abdicación de Enrique, y todo porque era protestante. Vamos que son una gente muy peculiar y en Porfirio los retratan muy bien.
Vaya, curiosamente de todo lo que hemos hablado es de Francia.
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